En el debate final rumbo a la histórica segunda vuelta del 19 de octubre, los candidatos presidenciales Rodrigo Paz (PDC) y Jorge “Tuto” Quiroga (Alianza Libre) pusieron sobre la mesa sus estrategias para enfrentar la crisis económica, aunque chocaron en un punto clave: el financiamiento externo y el rol del FMI.
Paz dejó claro que no acudirá al Fondo Monetario Internacional y resaltó que Bolivia ya cuenta con créditos aprobados por más de 3.500 millones de dólares. Propuso un ordenamiento del tipo de cambio, modernizar el Banco Central, garantizar combustible desde el primer día y condonar multas tributarias mediante un “perdonazo” fiscal, manteniendo los subsidios solo para transporte público y cadenas esenciales. Además, anunció planes para digitalizar trámites y repartir el presupuesto de manera equitativa entre regiones.
Por su parte, Quiroga enfatizó que sin dólares no se podrá importar combustible, medicamentos ni garantizar remesas, lo que prolongaría las filas y aumentaría la inflación. “Recortar gasto en bolivianos no genera dólares; los dólares vienen del exterior y son la única manera de resolver la crisis social y económica”, afirmó. Su plan incluye financiamiento internacional, reducción del gasto público, leyes de hidrocarburos y litio para atraer inversión y zonas económicas especiales que conviertan a Bolivia en potencia mundial del litio.
El debate también abordó la escasez de gasolina, la inflación y el desarrollo de hidrocarburos y litio. Mientras Paz busca atraer inversión mediante un esquema 50/50 y nuevas leyes rápidas de incentivos, Quiroga advirtió que la falta de combustibles podría devolver al país a cocinar con leña si no se actúa con dólares desde el inicio de la gestión.
Con la contienda cerrándose, la diferencia entre ambos candidatos es clara: Paz confía en créditos ya aprobados y financiamiento multilateral sin FMI, mientras Quiroga insiste en una inyección inmediata de dólares para garantizar estabilidad económica y social. La segunda vuelta promete ser un pulso decisivo sobre cómo Bolivia enfrentará su mayor desafío económico.
Revista Estamos Vivos