El presidente Luis Arce se unió a la defensa de la Diablada como danza nacional y patrimonio cultural de Bolivia, en respuesta a los intentos de Perú por reclamarla como suya. A través de un mensaje en redes sociales, Arce destacó la importancia de esta danza no solo como un espectáculo visual, sino como un reflejo de la historia y cultura boliviana.

En su publicación, el presidente resaltó cómo la Diablada representa la lucha entre el bien y el mal, y cómo cada paso cuenta una historia que refleja la identidad boliviana. Además, subrayó su rol en las festividades culturales del país, como el Carnaval de Oruro, afirmando que estas celebraciones son esenciales para mantener vivas las tradiciones y valores nacionales.

La disputa sobre la Diablada, así como sobre otras danzas como el Caporal y la Morenada, ha generado controversia, especialmente después de que un tiktoker boliviano fuera acusado de traición por bailar en una manifestación cultural en Perú. Esta controversia se intensificó tras la reciente festividad de la Virgen de la Candelaria en Puno, que reavivó las tensiones entre ambos países.

Bolivia también ha mostrado su descontento con la postura de la Unesco, que rechazó su solicitud de revisar la declaración de la festividad peruana como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, en la que se incluyen danzas que Bolivia considera propias.

Revista Estamos Vivos

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